- Gonzalo, ¿cómo vivís los días previos al debut?Trabajando muchísimo y con muchas ganas de que la gente pueda verlo. Yo tuve oportunidad de ver algo de lo que está grabado y la verdad, me encantó. Pero será el público quien deberá opinar.
- Contanos cómo es Mariano Ocampo, tu personaje.
Mariano Ocampo es un tipo de clase alta, con mucho mundo por decirlo de alguna manera. Es un empresario exitoso y fue compañero del secundario de Víctor, el personaje de Rafael Ferro. Mariano es dueño de una empresa constructora y está muy interesado en comprar los terrenos del supermercado y trata de manipular a Víctor para que ceda. Su idea es construir unas torres y hacer un muy buen negocio inmobiliario, algo que no tiene nada de malo, pero a medida que se van oponiendo las personas que debe convencer, se pone muy incisivo.
- Te toca interpretar un personaje menos oscuro que Nino, que hiciste en “Botineras”.
Sí, es totalmente distinto. Mariano no tiene nada que ver con Nino porque, aunque se debate entre el bien el mal, no es un asesino a sueldo ni un descarrilado como era Nino. Simplemente es un hombre que se juega para cumplir sus objetivos. Después se verá que detrás de su interés inmobiliario hay algo en el predio que le interesa mucho, lo cual lo hace poner cada vez más incisivo.
En Botineras fue la primera vez que encaré un villano porque me mantenía en el plano de galán. La verdad es que lo disfruté muchísimo y fue un gran desafío. Acá el personaje es muy distinto con lo cual se me repite en desafío.
- Volvés a trabajar en la productora de Sebastián Ortega, ¿cómo lo vivís?
Sí, es la tercera vez que trabajo con Sebastián porque me gusta mucho lo que hace. La verdad es que me llevo muy bien, me parece una excelente persona y creo que, a la hora de laburar, tiene un imaginario muy bueno, distinto a lo que se ve generalmente en la televisión. Tiene propuestas diferentes y he tenido muy buenas experiencias en mis trabajos anteriores con Undergound, lo que hizo que para mí fuer muy fácil tomar la decisión de aceptar el papel.
- ¿Te preocupa el rating Gonzalo?
Para ser sincero, no mucho. Sí entiendo que es una parte del trabajo pero siento que los actores no tenemos mucho que ver con él. Claro que me gusta que nos vaya bien, pienso que lo ideal es que a todas las ficciones les vaya bien porque eso es muy bueno para los actores. Ha habido años con poca ficción, lo cual es terrible para los actores, y otros como éste, en los que las tiras tienen mucho espacio y creo que es excelente. Si nos va bien y el rating acompaña, el próximo año los productores seguirán apostando a las tiras.
- Desde tu punto de vista como actor, ¿cómo manejan o afrontan el hecho de que los autores a veces deban modificar la trama sobre la marcha justamente porque necesitan elevar el rating? En tu caso particular, lo viviste con Botineras.
Son situaciones difíciles en las que se debe remar mucho. En Botineras, creo que como equipo logramos salir muy bien parados. Hubo momentos en los que no se sabía para dónde iba a seguir la historia, qué iba a pasar, la trama cambió muchísimo, algunos compañeros se fueron y nos pusimos mal… finalmente tratamos de hacer un buen producto. Son cosas que pasan pero espero que no vuelvan a suceder en este caso.
- Por último, ¿qué opinión tenés de los reality show?
Los realities son tremendos y tengo sentimientos encontrados. Creo que a muchos los divierte, con lo cual cumplen su objetivo que es precisamente entretener al público. Y a la vez es muy complicado para nosotros porque es la vida misma y nosotros, justamente, lo que buscamos desde la actuación es parecer reales y esto nos pone a los actores en un desafío. Tenemos que hacer real lo que sabemos que es ficción para que la gente tenga lo que espera. Desde que aparecieron los realities la actuación se modificó muchísimo en televisión porque se busca mucho más realismo, cosa que antes te dejaban hacer personajes más gruesos, mucho más teatrales.
pronto
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